Quien controla los medios de comunicación ,controla las mentes.
- Selena Cappello y Flor del alba Cruz
- 1 feb 2017
- 3 Min. de lectura

A lo largo de la historia el fenómeno de la comunicación tomó cada vez más significación en la vida cotidiana. Poco a poco se fue construyendo el carácter formal de este después de años en los que el poder de los medios de comunicación se puso en duda. Se dejó de presuponer el potente dominio y los efectos directos de estos en cuanto a la percepción del entorno, tanto así que el análisis de la función social de la profesión periodística y el de los mecanismos de formación y desarrollo de la opinión pública, se han determinado en la influencia de los medios de comunicación en el sistema político y en las transformaciones de la sociedades. Los medios de comunicación han cobrado jerarquía, por sus efectos cognitivos que intervienen en las formas de conocimiento cotidiano que condicionan la manera en que los individuos perciben y determinan temas, y así su capacidad al momento de referirse a estos contenidos que tratan los medios de la comunicación de masas. El abordaje de un tema depende de la investigación, si es correcta y no ha sido alterada por procedimientos comunicacionales metodológicamente erróneos. Estamos atrapados en una era donde la manipulación de información es latente y decisiva para crear una opinión sugestionada por estos. Hasta 1970, la historia de investigación en torno a los efectos de la comunicación coincidía con el conjunto de estudios sobre el cambio de opinión individual; si se comparan estos temas vinculados en la actualidad, es desigual, ya que las nuevas tecnologías y la ciencia han introducido nuevos actores en la esfera de la comunicación, es decir, que la audiencia dejó de ser limitada. Hoy parece que todos los individuos deciden involucrarse en distintos ámbitos de la sociedad, ya que están dispuestos a debatir y enriquecer su conocimiento en base a la información que está a su alcance. Entonces, en este punto es donde se genera una contradicción ¿La información que recibimos en los distintos medios de comunicación nos informa, o sólo manipula nuestra identidad? ¿Los medios juegan con nuestro pensamiento crítico y la unión con la realidad? ¿Vivimos en una sociedad carente de análisis? ¿Somos conscientes de la adulteración de “nuestros” argumentos? ¿Son realmente nuestros argumentos o un discurso repetido por el cuarto poder?
Es casi imposible que en una sociedad de consumo donde el aparato ideológico está en manos del Estado que implanta una bajada de línea, se permita acceder a una información que nos lleve a la reflexión. Por lo contrario, persuade y nos entretiene con variados mecanismos de coacción obteniendo así de nosotros una obediencia automática, por lo tanto es necesario, consumidores permanentes de la información, individuos carentes de crítica para poder ejercer una dominación exitosa. Las redes sociales son una nueva herramienta del periodismo ya que los usuarios las manejan con eficacia, pero en la mayoría de los casos la información que se difunde a través de estas puede llegar a ser dudosa, inconclusa y falaz. Por consiguiente, las problemáticas sociales se vuelven un espectáculo, un ejemplo evidente son los grupos marginados de la sociedad: las personas de bajos recursos sólo son visibilizadas cuando ofrecen algún tipo de desgracia angustiante. Las nuevas generaciones, las dependientes de las redes sociales, están sufriendo una ejecución mental donde se filtra lo que se debe pensar y así reducir la posibilidad de poder evaluar la realidad.
Se necesitan mentes flexibles con capacidad de pensar, como lo quería Martí. Sin jugar con la información pública ni con nuestras contradicciones; la importancia de la educación y la responsabilidad del ciudadano de estar realmente informado es fundamental para crecer como sociedad, con individuos capaces de reflexionar y debatir sin rivalidades violentas, ni fanatismos. “El flujo de información parece desactivar el pensamiento antes que habilitarnos para él. No hay tiempo para concentrarse, para focalizar la atención, reflexionar. El pensamiento crítico y creativo requiere tiempo para sopesar: pero el tiempo es un bien que los medios de comunicación no pueden proporcionar”. “La utilización de los medios de comunicación es doble: al mismo tiempo venden miedo y difunden aparatos que lo tratan de apaliar. Pero esto, no es más que culpabilizar a la tecnología y a su utilización para tratar de responsabilizar. La utilización de los medios de comunicación ha introducido en nuestro hogar miedo, hipnosis, modelos a los que hay que imitar, modas y desazón. Pero al mismo tiempo han abierto el escaparate vital, producen modelos en el mismo momento que crean sensaciones individuales, crean modas fugaces al mismo tiempo algo queda eterno, constante, esto es, los miedos pueden cambiar, las formas de presentar su venta también pero la constante vital del miedo y el terror no ha desaparecido desde la antigüedad”. Zygmund Bauman
“Quien controla los medios de comunicación, controla las mentes”. Jim Morrison.
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